en la emoción…
Los efectos emocionales de la música son centrales para que disfrutemos de ella. El fuerte vínculo que comparten la música, la emoción y el espíritu humano está en la base de nuestros programas educativos. Por ello, también nos identifica y simboliza.
Entendemos que la música propicia un aprendizaje equilibrado y adaptado tanto al medio como a las propias capacidades individuales: del cuerpo y la mente, de la emoción y el espíritu. Escuchar y hacer música desarrolla la sensibilidad, la creatividad y la capacidad de abstracción.
Creemos en la capacidad de la música para provocar situaciones placenteras y en su potencial para influir en nuestras emociones y nuestra conducta y, por lo tanto, contribuir a nuestro bienestar físico y mental.
La experiencia de la música en vivo también tiene un significado simbólico y relacional que genera la construcción de universos propios y singulares al tiempo que abre amplias posibilidades para crear un rico tejido colectivo entre quienes intervienen en los proyectos que impulsamos.
…y la razón
Cada una de de las propuestas y prácticas que ponemos en marcha se fundamentan en un trabajo riguroso, meditado y planificado en función de unos objetivos precisos que se determinan de forma coherente con un proyecto educativo.
Al mismo tiempo, mantenemos una actitud permanente de búsqueda de nuevos caminos, de nuevas rutas que nos permitan avanzar en la aventura de interconectar música, cultura y educación con el público más joven.